
Sigo viendo Cinco hermanos. Me gusta. Me gusta cada vez más. Pero lo que más me gusta —la que más me gusta— es Sally Field, qué gran actriz. Ya desde el primer capítulo me di cuenta de que pesan tanto los cinco hermanos como la madre. Es como un gran partido de tenis en el que en un lado de la cancha están ellos y en el otro sólo ella, y aguanta el tirón. El duelo con Kitti (Calista Flockhart) es intensísimo, en tensión y en emoción.
Hay entre A dos metros bajo tierra y Cinco hermanos algunos paralelismos, además de una calidad que si bien es desigual también es superior a la habitual. Uno de ellos es que los padres muertos regresan como fantasmas, aunque de forma distinta. En 5H en flashbacks y en A2 como guiños del subconsciente. Y otro elemento común es la potencia del personaje de las madres: Ruth Fisher y Nora Walker, qué grandísimas mujeres. Frances Conroy y Sally Field, qué grandísimas actrices.